Hace unos días encontraron a un vecino muerto en su casa de un infarto. No lo conocí, ni siquiera sé cómo era físicamente. Pero un hombre joven de 32 años que apenas estaba alcanzando sus metas, dejo de existiir.
Y me recordó que la vida es un regalo precioso, pero frágil, cuyo final es incierto. No sabemos cuánto tiempo tendremos para vivir, amar, aprender y disfrutar. Por eso es fundamental aprovechar cada momento, sin postergar la felicidad para un futuro incierto.
Cuando digo disfrutar la vida no significa buscar el placer superficial, libertinaje, excesos o la evasión, sino vivir con intensidad, pasión y presencia. Significa abrazar cada experiencia, buena o mala, como una oportunidad para crecer y aprender.
Asi que mis queridos onlinecitos a disfrutar, la vida es un viaje corto, pero muy valioso,